Área de Libre Comercio de las Américas - ALCA |
Público ALCA - COMITÉ DE REPRESENTANTES GUBERNAMENTALES SOBRE LA
PARTICIPACIÓN DE APORTE EN RESPUESTA A LA INVITACION PUBLICA Y CONTINUA
El proceso del CRG El Centro de Desarrollo de Políticas del Caribe coordina la labor del Grupo de Referencia Caribeña de Relaciones Externas (CRG). El CRG consiste en una agrupación apolítica independiente de grandes redes de ONG de desarrollo que representa a más de 1000 organizaciones nacionales y de la comunidad en la región del Caribe. Las opiniones expresadas en el presente documento se suscitaron a raíz de un intenso período de consultas entre organizaciones populares de toda la región, sobre materias que atañen no solamente al proceso del ALCA, sino a los aspectos de desarrollo comercial y económico que afectan el Caribe. A continuación se presenta el objetivo general del CRG:
CREACIÓN DE ASOSIACIONES DE AMPLIA BASE EN EL ALCA: PAPEL DE LA SOCIEDAD CIVIL Las Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC)1 han contribuido y seguirán contribuyendo con el desarrollo socio-económico de la región en términos generales. Tales organizaciones en este hemisferio, incluidas las ONG, entes laborales y academias, han estado y están trabajando críticamente en aras de los sectores y poblaciones más vulnerables. Las OSC han trabajado consistentemente en una serie de ámbitos, incluidos el desarrollo de programas sociales y empresariales concretos, los cuales ofrecen alternativas a los ciudadanos. Asimismo, actúan como vigilantes contra los gobiernos y otros excesos, protegen los derechos de los trabajadores e imparten educación no formal. Este aporte ha aumentado ostensiblemente en los últimos diez años, toda vez que una serie de factores limitan la capacidad de algunos gobiernos del hemisferio a brindar importantes servicios socio-económicos a sus poblaciones. Las ONG y otras OSC similares por su mismo propósito suelen ser el único depositario de la información esencial sobre las condiciones sociales concretas de los más vulnerables dentro de la sociedad. Esta información es determinante para la formulación de políticas y la gerencia efectivas. El intercambio de esta información entre la sociedad civil y aquellos involucrados en las negociaciones y procesos internacionales y regionales a menudo pueden poner sobre el tapete el estado real y potencial del malestar socio-económico y, por ende, llevar a una mejora en la coordinación y el desarrollo de políticas. Diversos informes sobre desarrollo social, incluidos el Informe sobre el desarrollo mundial del Banco Mundial, WDR (1999), el Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas, PNUD (2000) y el informe de la Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo, UNCTAD (1999), sugieren que ha habido cierta dislocación socio-económica de la globalización y la liberalización económica, en particular dentro de las economías en desarrollo. Los líderes mundiales han aceptado, particularmente en relación con las estrategias para aliviar o reducir la pobreza, que las respuestas sustentables a los problemas sociales solamente provendrán de las réplicas colectivas que involucren a la sociedad civil. Específicamente, los dirigentes del hemisferio señalaron en la Tercera Cumbre celebrada en la ciudad de Québec en abril de 2001 y nuevamente en la Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo, llevada a cabo en Monterrey en 2002, que la reducción de la pobreza tiene que ser el foco crítico de la acción global. En este contexto, si el proceso del Area de Libre Comercio para las Américas (ALCA) va a aportar algo a ese ideal, entonces deberá reconocerse a la sociedad civil como un socio clave. Aun cuando su llegada ha sido lenta, el papel de la Sociedad Civil se está dando a conocer entre los formuladores de políticas en otros procesos e instituciones internacionales, entre los que destacan la ONU, el Banco Mundial y el Acuerdo UE-ACP: el Acuerdo de Cotonou. En el Acuerdo de Cotonou, los Ministros promulgaron la Enmienda 43, parágrafo 28a, la cual establece que el Acuerdo “reitera la importancia de ampliar la asociación entre los países ACP y UE para incluir a aquellos involucrados en el desarrollo y en particular los representantes de la sociedad civil organizada que deben consultarse al momento de redactar y ejecutar los programas de desarrollo’. Asimismo, aprobaron la Enmienda 44, parágrafo 28b, la cual contempla el acuerdo para la creación de un Grupo de Trabajo de la Sociedad Civil de ACP-UE, así como la Secretaría de ACP y la Comisión Europea. Adicionalmente, varios gobiernos dentro de este hemisferio han constituido asociaciones nacionales de cooperación con la sociedad civil en aspectos comerciales. Esto sugiere que se ha sentado una plataforma para la participación efectiva de la sociedad civil. Los principios democráticos de buena gobernabilidad, que los líderes del hemisferio han prometido “preservar y realzar”, sugerirían un proceso inclusivo, participativo y transparente. En este contexto, el Grupo de Referencia Caribeña de Relaciones Externas (CRG) considera que la participación actual de la sociedad civil en el proceso del ALCA es demasiado limitada y no está clara, en tanto que la estructura para facilitar la participación presenta fallas. Aparte de la falta de claridad sobre la función real del llamado Comité de Representantes Gubernamentales sobre la Participación de la Sociedad Civil, éste carece de un elemento fundamental: representantes reales de la Sociedad Civil. Esto, a nuestro entender, apunta al hecho de que el Comité es un débil intento por facilitar la participación genuina de las OSC. Consideramos que los esfuerzos de los formuladores de políticas del ALCA para incluir a la Sociedad Civil deberán ir mucho más allá. De hecho, el CRG es de la opinión de que debe diseñarse e implantarse un genuino proceso de asociación entre todos los actores que garantice la efectiva participación de las OSC en las negociaciones. Este proceso daría un significado real al mandato Ministerial impartido a este Comité encaminado a “propiciar un proceso de participación creciente y sostenido de los distintos sectores de la sociedad civil, así como de su interés en que éstos sigan brindando sus aportes sobre los asuntos de relevancia para el ALCA....” La interpretación actual del mandato, que limita el papel del Comité a recoger los aportes de las OSC es a todas luces insatisfactoria. A la luz de lo anterior, el CRG considera que el proceso para facilitar la participación de las OSC debería reestructurarse de la siguiente manera:
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