Área de Libre Comercio de las Américas - ALCA

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Público
FTAA.soc/w/108
27 de septiembre de 2000

Original: Español
 

ALCA - COMITE DE REPRESENTANTES GUBERNAMENTALES SOBRE LA PARTICIPACION DE
LA SOCIEDAD CIVIL

CONTRIBUCION RELACIONADA CON LA INVITACION PUBLICA
 


Nombre(s)
  • Alberto Salas - Unión Mundial para la Naturaleza (UICN-Mesoamerica)
  • Ana Lucía Hernández - Observatorio del Desarrollo (OdD), UCR
  • Carlos Herrera Amighetti- Fundación de la Universidad de Costa Rica para la Investigación - FUNDEVI-UCR
  • Carlos Murillo Rodríguez - Centro Internacional de Política Económica para el Desarrollo Sostenible (CINPE), Universidad Nacional
  •  Eduardo Gitli Dicker - CINPE
  •  Eliana Villalobos Cárdenas - CINPE
  •  Franklin Paniagua Alfaro - Centro de Derecho Ambiental y de los Recursos Naturales (CEDARENA) 
  • Jorge Cabrera Medaglia - Fundación AMBIO
  • Jose Pablo Sánchez Hernández - FUNDEVI
  •  Max Valverde - Fundación AMBIO
  •  Pascal Girot - UICN-Mesoamerica
  •  Randall Arce Alvarado - CINPE
  •  Roxana Salazar - Fundación AMBIO
  •  Sergio Navas - Cámara de Exportadores de Costa Rica (CADEXCO)
  •  Vicky Cajiao - Fundación AMBIO 
Organización(es)
(de ser el caso)
Grupo Permanente sobre Comercio y Ambiente de Costa Rica
País (es) /
Región (es)
Costa Rica

Presidente del Comité de Representantes Gubernamentales
sobre la Participación de la Sociedad Civil
c/o Comité Tripartito (Ref. Sociedad Civil)
Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)
1825 K Street NW, Suite 1120
Washington D.C. 20006

 

San José, 21 de septiembre del 2000

Carta al Comité de Representantes Gubernamentales sobre la participación de la Sociedad Civil
 sobre la inclusión del tema ambiental en las negociaciones del ALCA

Resumen Ejecutivo

 

El Grupo Permanente sobre Comercio y Ambiente de Costa Rica compuesto por el Sector Académico, Organizaciones no Gubernamentales (ONG’s) y Representantes del Sector Privado, presenta la siguiente propuesta sobre la inclusión de temas ambientales en las negociaciones del ALCA;

reconociendo que:

  1. la solución a una gran cantidad de problemas de carácter ambiental, trasciende las fronteras políticas y demandan un esfuerzo compartido de los países y de las regiones para una solución de largo plazo de los mismos;
     

  2. los problemas ambientales per se no provienen del comercio, sino que se originan en las formas de producción y consumo de las economías e involucra tanto a la producción y consumo locales, como a las exportaciones e importaciones;
     

  3. la base material del desarrollo económico de América Latina se sustenta en sus recursos naturales y funciones y servicios ecosistémicos;
     

  4. el reto que tienen todos los países americanos, es promover el intercambio comercial, garantizando un uso responsable y sostenible de los recursos naturales, que permita compaginar la rentabilidad con una sostenibilidad económica y ambiental de largo plazo.

Propone lo siguiente:

  • Que se consideren de forma explícita los temas ambientales en las negociaciones conducentes a la conformación del Area de Libre Comercio de las Américas.

  • Que se establezca como principio el compromiso de no rebajar los estándares ambientales, a fin de atraer inversiones y promover el libre comercio; y más bien ofrecer incentivos especiales a la inversión y el comercio que mejore dichos estándares.

  • Que se mantenga el principio de que cualquier regulación debería ser enteramente nacional, lo cual no impide el compromiso con reglas mínimas o de otro tipo de acuerdos multilaterales.

  • Que la negociación del tema ambiental dentro de las negociaciones del ALCA se haga por medio de un acuerdo paralelo ambiental, aprovechando las experiencias hemisféricas (Acuerdo para la Cooperación Ambiental de América del Norte ACAAN y Acuerdo Ambiental Paralelo Chile-Canadá). Estos modelos respetan la soberanía nacional y obligan a las partes a establecer y mantener un sistema de gestión ambiental detallado, explicativo, abierto y transparente. Además, abarca no solamente comercio y ambiente, sino también cooperación, y crea un marco institucional (y su correspondiente base organizacional) para hacerlo funcionar, creando a su vez, vías para la participación de la sociedad civil.

  • Que el acuerdo paralelo hemisférico no contemple sanciones cruzadas. Las soluciones de cooperación deberían ser el concepto principal detrás de los acuerdos paralelos. Incluso las compensaciones económicas pueden permanecer en casos de pautas persistentes de violación de leyes domésticas, y destinarlas a solucionar el problema que causó tal controversia. El objetivo principal no debe ser buscar un culpable, sino prevenir y encontrar formas para evitar o reparar los daños hechos al ambiente.

  • Que se dé un mayor acceso a la documentación oficial: agendas oficiales y provisionales, minutas oficiales, acuerdos provisionales y definitivos, documentos de trabajo de los Grupos de Negociación, contribuciones formales e informales de los miembros durante el proceso de negociación.

  • Que se desarrollen acciones afirmativas como la preparación de resúmenes no técnicos, talleres y seminarios explicativos que refuercen la posibilidad de acuerdos comunes y participación de los diferentes actores de la sociedad civil.

  • Que se establezca la obligatoriedad de la ratificación por parte de todos los miembros del ALCA de al menos los siguientes Acuerdos Multilaterales sobre el Medio Ambiente (AMUMAs): Protocolo de Montreal, Convención de Basilea, CITES, Protocolo de Kyoto, Convención sobre la Diversidad Biológica (CDB) y su Protocolo de Bioseguridad. Esto crearía una base mínima de consenso ambiental.

  • Que las medidas comerciales ambientales tomadas al amparo de AMUMAs sean consideradas como “lex specialis” en relación con las disposiciones del ALCA. De esta forma prevalecerán sobre las disposiciones comerciales y el foro para su análisis no será el mecanismo de resolución de disputas del ALCA sino el propio mecanismo que provean los AMUMAS.

  • Que la estructura organizativa e institucional del acuerdo paralelo sea simple, conformada por un equipo pequeño de expertos, con un nivel medio de autoridad bajo el Consejo de Ministros, con un representante de cada grupo de países asociados en términos de comercio, por ejemplo: TLCAN, MERCOSUR, CARICOM, CAN y MCCA.

 

Presidente del Comité de Representantes Gubernamentales
sobre la Participación de la Sociedad Civil
c/o Comité Tripartito (Ref. Sociedad Civil)
Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)
1825 K Street NW, Suite 1120
Washington D.C. 20006

San José, 21 de septiembre del 2000

Carta al Comité de Representantes Gubernamentales sobre la participación de la Sociedad Civil para la inclusión del tema ambiental en las negociaciones del ALCA

La creación del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA) puede ser considerada como la iniciativa de integración hemisférica con mayor probabilidad de éxito en la historia del Continente Americano.

El restablecimiento de la democracia en América Latina, la convergencia en las políticas macroeconómicas, el fortalecimiento de bloques regionales y la promoción del intercambio comercial por parte de todos los países de la Región, son algunas de las razones que hacen viables estos esfuerzos de integración hemisférica.

La estabilidad política y el fortalecimiento de un regionalismo abierto en América Latina coexisten con una preocupación cada vez mayor de hacer un uso apropiado y con visión de largo plazo de los recursos naturales, que son la base material y fuente de riqueza de los países latinoamericanos.

 

América Latina y el Desarrollo Sostenible

La década de los setentas dejó de enseñanza a América Latina que la sostenibilidad económica requiere de una estabilidad política, social y ambiental que la preceda. Por eso no es casual que la Cumbre de las Américas haya lanzado simultáneamente a la iniciativa del ALCA, otras 22 iniciativas en el campo de la pobreza, la democracia y el ambiente.

Hoy en día, se ha hecho más evidente que para que se dé esa deseada sostenibilidad económica debe de existir un uso adecuado de los recursos naturales. Como ejemplo tenemos los impactos devastadores tanto ambientales como sociales provocados por desastres naturales, los cuales son potenciados por las actividades antropogénicas. Entre ellas cabe citar los patrones de uso del suelo (deforestación, urbanización en áreas vulnerables), incidencia humana en el proceso de cambio climático y el entorno institucional caracterizado por debilidades regulatorias y de monitoreo. Precisamente en este sentido, la CEPAL ha estimado el daño económico y ambiental asociado únicamente al huracán Mitch en $ 3,800 millones. La estabilidad ambiental esta íntimamente ligada no sólo a la economía, sino que también a la estabilidad política y social. El uso de los recursos naturales no esta al margen de las relaciones sociales.

Los países de la Región son conscientes de la importancia del tema ambiental y del desarrollo sostenible. Una muestra de esto son las Cumbres de Río de 1992 y la de Santa Cruz, Bolivia en 1996.

 

Cómo se ha abordado el tema ambiental en el contexto del ALCA?

En los objetivos del ALCA queda muy claramente planteado el reto de estas negociaciones, cuando claramente se establece que se buscará “promover la prosperidad a través de la creciente integración económica y el libre comercio, como factores claves para elevar el nivel de vida, mejorar las condiciones de trabajo de los pueblos de las Américas y proteger el medio ambiente”. Más adelante se señala el objetivo de “procurar que nuestras políticas ambientales y de liberalización comercial se apoyen mutuamente...” (Anexo I de la Declaración Ministerial de San José). En la Declaración Ministerial de San José, se reafirma que los países del hemisferio tomarán en cuenta “la amplia agenda social y económica contenida en la Declaración de Principios y en el Plan de Acción de la Cumbre de las Américas de Miami, con miras a contribuir a elevar los niveles de vida, a mejorar las condiciones laborales de todos los pueblos de las Américas y a proteger el medio ambiente”. La preocupación de las autoridades por los factores ambientales en su relación con la profundización del comercio ya ha sido planteada, sin embargo, lo que no se dice en ningún documento oficial es cómo se va a hacer para enfrentar este problema.

La iniciativa del ALCA, ha sido considerada por los países participantes como un esfuerzo de integración comercial OMC- plus. Es decir, que de alguna manera lleve más allá los compromisos de liberalización y promoción del comercio de lo que ya se ha comprometido a nivel de esta organización.

Sin embargo, la aspiración de que el ALCA sea un OMC-plus, no se ha cumplido en el campo de comercio y ambiente. A diferencia de la OMC, en el marco del ALCA ni siquiera se ha podido establecer un grupo de estudio sobre el tema comercio y ambiente que permita conocer el tema y preparar una posible agenda hemisférica sobre el mismo.

Tomando en cuenta lo anterior y reconociendo las preocupaciones y realidades que emanan de fenómenos sociales, como la reunión de la OMC en Seattle, es de esperar que en el campo del comercio y ambiente una iniciativa comercial hemisférica como el ALCA, vaya más allá de lo que ha sido alcanzado en la OMC. Esto a pesar de que hasta el momento, los esfuerzos sobre esta materia en el ALCA, contrario a lo que corresponde, se han supeditado a lo que suceda en la OMC. Esta parece una táctica de “ganar tiempo” por quienes tienen poco interés en la materia. Pensamos que esta actitud puede dar una falsa “seguridad” de corto plazo a quienes la promueven, pero desde el punto de vista estratégico nos llevará a negociar apresuradamente, mal y a resaltar los aspectos punitivos en vez de los de cooperación.

El establecimiento de un acuerdo hemisférico sobre comercio y ambiente podría negociarse dentro del marco de las negociaciones del ALCA o fuera de este, por ejemplo por los Ministros de Ambiente. Si la decisión consistiera en hacerlo fuera del ALCA la iniciativa se enfrentaría al menos con los siguientes dos problemas:

  1. Los acuerdos de la Cumbre de Santa Cruz no han tenido el seguimiento que se requiere, resultando en un foro que no tiene suficiente credibilidad, ni la adecuada institucionalidad y mecanismos de ejecución y funcionamiento para comprometer a las partes en un acuerdo sobre una temática tan sensible y compleja como comercio y ambiente y que al mismo tiempo brinde transparencia y credibilidad de que se cumplirá.
     

  2. El que un acuerdo paralelo sobre comercio y ambiente sea negociado por funcionarios que no son expertos en la materia, puede resultar que éste no sea consistente con los compromisos internacionales y la legislación nacional de los países o que no se prevean posibles consecuencias de compromisos que emanan de las negociaciones.

Por otro lado, una negociación de un acuerdo paralelo en el marco del ALCA garantiza el aprovechamiento de la vasta experiencia de los países en negociaciones comerciales, da la credibilidad necesaria, garantiza viabilidad y consistencia con la legislación y compromisos comerciales internacionales.

Para llegar a acuerdos viables que permitan una profundización de compromisos y calidad ambiental en el largo plazo, es necesario reconocer la poca experiencia que posee el continente americano en el campo de comercio y ambiente. Además del acuerdo paralelo ambiental en el TLCAN y el acuerdo paralelo Canadá-Chile, los esfuerzos en este campo se circunscriben a enunciados muy generales y poco implementados en el marco de los esfuerzos de integración regional. El caso de ALIDES en Centro América y la Comisión de Ambiente en MERCOSUR son algunos de ellos.

El reconocimiento del poco camino recorrido debe servir como punto de partida a la hora de proponer un acuerdo en el campo del comercio y ambiente a nivel hemisférico, sobre todo, si reconocemos la diversidad económica, social, biológica y geográfica de los 34 países involucrados.

Es por ello, que el enfoque filosófico y la visión que debe permear cualquier acuerdo en esta materia debe basarse, en primer lugar, en el espíritu de cooperación y en segundo lugar, entenderse como un proceso que debe ir evolucionando e implementándose en el largo plazo. Pero en el presente se deberán generar las condiciones de transparencia y credibilidad que permitan abordar el futuro en forma conjunta.

Nuestra Propuesta

Tomando en consideración lo expresado anteriormente, el Grupo Permanente sobre Comercio y Ambiente de Costa Rica compuesto por el Sector Académico, Organizaciones no Gubernamentales (ONG’s) y Representantes del Sector Privado; reconociendo que:

  1. la solución a una gran cantidad de problemas de carácter ambiental, trasciende las fronteras políticas y demandan un esfuerzo compartido de los países y de las regiones para una solución de largo plazo de los mismos;
     

  2. los problemas ambientales per se no provienen del comercio, sino que se originan en las formas de producción y consumo de las economías e involucra tanto a la producción y consumo locales, como a las exportaciones e importaciones;
     

  3. la base material del desarrollo económico de América Latina se sustenta en sus recursos naturales y funciones y servicios ecosistémicos;
     

  4. el reto que tienen todos los países americanos, es promover el intercambio comercial, garantizando un uso responsable y sostenible de los recursos naturales, que permita compaginar la rentabilidad con una sostenibilidad económica y ambiental de largo plazo.

Propone lo siguiente:

  • Que se consideren de forma explícita los temas ambientales en las negociaciones conducentes a la conformación del Area de Libre Comercio de las Américas.
     

  • Que se establezca como principio el compromiso de no rebajar los estándares ambientales, a fin de atraer inversiones y promover el libre comercio; y más bien ofrecer incentivos especiales a la inversión y el comercio que mejore dichos estándares.
     

  • Que se mantenga el principio de que cualquier regulación debería ser enteramente nacional, lo cual no impide el compromiso con reglas mínimas o de otro tipo de acuerdos multilaterales.
     

  • Que la negociación del tema ambiental dentro de las negociaciones del ALCA se haga por medio de un acuerdo paralelo ambiental, aprovechando las experiencias hemisféricas (Acuerdo para la Cooperación Ambiental de América del Norte ACAAN y Acuerdo Ambiental Paralelo Chile-Canadá). Estos modelos respetan la soberanía nacional y obligan a las partes a establecer y mantener un sistema de gestión ambiental detallado, explicativo, abierto y transparente. Además, abarca no solamente comercio y ambiente, sino también cooperación, y crea un marco institucional (y su correspondiente base organizacional) para hacerlo funcionar, creando a su vez, vías para la participación de la sociedad civil.
     

  • Que el acuerdo paralelo hemisférico no contemple sanciones cruzadas. Las soluciones de cooperación deberían ser el concepto principal detrás de los acuerdos paralelos. Incluso las compensaciones económicas pueden permanecer en casos de pautas persistentes de violación de leyes domésticas, y destinarlas a solucionar el problema que causó tal controversia. El objetivo principal no debe ser buscar un culpable, sino prevenir y encontrar formas para evitar o reparar los daños hechos al ambiente.
     

  • Que se dé un mayor acceso a la documentación oficial: agendas oficiales y provisionales, minutas oficiales, acuerdos provisionales y definitivos, documentos de trabajo de los Grupos de Negociación, contribuciones formales e informales de los miembros durante el proceso de negociación.
     

  • Que se desarrollen acciones afirmativas como la preparación de resúmenes no técnicos, talleres y seminarios explicativos que refuercen la posibilidad de acuerdos comunes y participación de los diferentes actores de la sociedad civil.
     

  • Que se establezca la obligatoriedad de la ratificación por parte de todos los miembros del ALCA de al menos los siguientes Acuerdos Multilaterales sobre el Medio Ambiente (AMUMAs): Protocolo de Montreal, Convención de Basilea, CITES, Protocolo de Kyoto, Convención sobre la Diversidad Biológica (CDB) y su Protocolo de Bioseguridad. Esto crearía una base mínima de consenso ambiental.
     

  • Que las medidas comerciales ambientales tomadas al amparo de AMUMAs sean consideradas como “lex specialis” en relación con las disposiciones del ALCA. De esta forma prevalecerán sobre las disposiciones comerciales y el foro para su análisis no será el mecanismo de resolución de disputas del ALCA sino el propio mecanismo que provean los AMUMAS.
     

  • Que la estructura organizativa e institucional del acuerdo paralelo sea simple, conformada por un equipo pequeño de expertos, con un nivel medio de autoridad bajo el Consejo de Ministros, con un representante de cada grupo de países asociados en términos de comercio, por ejemplo: TLCAN, MERCOSUR, CARICOM, CAN y MCCA.

 

 
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