MIAMI 1994 – PROCESO DEL ALCA – PLAN DE ACCIÓN – III -
ERRADICACIÓN DE LA POBREZA Y DE LA DISCRIMINACIÓN EN NUESTRO HEMISFERIO
ACCESO UNIVERSAL A LA EDUCACIÓN
La educación bajo el punto de vista doctrinario es uno
de los DEBERES de la ONU y del ALCA, siempre que esté de acuerdo con la
Moral Positiva.
Y nos referimos no sólo a la alfabetización universal
sino sobre todo al acceso a la educación a todos los niveles, sin
distinción de raza, origen nacional o sexo, lo que constituye la base
indispensable del desarrollo social y cultural sustentable de la
estabilidad democrática y sociocrática, con el respaldo moral positivo,
intelectual, científico y económico de base capitalista y trabajadora,
respectivamente.
La expansión de las libertades políticas en los siglos
posteriores, especialmente a partir de 1789, sobre todo después de los
conocimientos científicos adquiridos en los últimos cuatro siglos y de los
restantes descubrimientos realizados en nuestro planeta, tanto en su
interior como las conquistas interplanetarias, los avances en los actuales
sistemas de comunicación, la ingeniería genética, etc. permitieron que se
propagaran por todas partes esos resultados de la evolución de la Antigua
Grecia y de la civilización romana, también pagana, y de origen
católico-feudal, que finalmente llevaron a la creación gradual del
Dogma Positivo que, con seguridad, servirá de base al Régimen
Normal - Utópico, que el futuro nos depara como verdadero y, de hecho,
pacífico, desde un punto de vista industrial. Bien utópico
aunque no quimérico.
Cuando este dogmatismo aún no se había
constituido, la infancia de nuestra especie lo suplió en la práctica por
el empirismo, y con éste aseguró a los hombres la supremacía sobre los
otros, rechazando a los animales perniciosos y feroces, domesticando a los
más útiles bajo el impulso del fetichismo; al comienzo de una forma
espontáneamente concreta y, después cuando fue astrolático, de una manera
un tanto abstracta.
Esta época fue seguida por una era de politeísmo,
en la que al imaginarse que las diversas categorías de fenómenos
inherentes de los seres se someterían a sus múltiples dioses, inició, de
este modo, el método analítico, la instrucción científica de nuestros
antepasados, ejercitándolos en la lógica de las imágenes.
Enseguida vino el monoteísmo que concentró todas
las divinidades en un Dios único, que se encargó de simplificar
lógicamente nuestras actividades teóricas reduciendo las imágenes a
simples señales llegando incluso, bajo el signo de la Cruz, a
promover en Occidente la unificación de los conocimientos humanos, que así
quedaron bajo la égida de la religión, pese a que esta tentativa en buena
parte fracasó por no estar aún constituida toda la Serie Científica.
Después vino el Positivismo, originado en la
cultura científica de los griegos, y luego proseguido por la escuela de
los enciclopedistas (la de Hume, d'Alembert, Diderot, Condorcet ...
Fontinelle) que finalmente fue sistematizado por Augusto Comte, quien tuvo
el mérito de encontrar los dos últimos términos al fundar la Dinámica
Sociológica e instituir la Moral Positiva, como el más eminente
de todos los términos. De esta manera, indujo espontáneamente la
matemática para aprender a deducir con dicho estudio; e indujo
sistemáticamente la Astronomía, la Física y la Química con el fin de
habilitar las inducciones transcendentes, que desdoblan a su vez la
comparación biológica y la filiación sociológica; la
inteligencia humana o el espíritu humano, tuvieron, en definitiva,
condiciones para elevarse y pasar del análisis objetivo a la
síntesis objetiva, construyendo científicamente la Moral;
que así se deduce de una forma trascendente, más por inspiración lógica de
los sentimientos que por otras que le sirven de base conjuntamente con las
imágenes y sus respectivas señales.
Observando el objetivo de todas las otras ciencias,
surgió la Moral o Ciencia de la Humanidad = Biología, Sociología y
la Moral propiamente dicha o Ciencia de la Construcción que las
presidió, así como las artes técnicas - tecnologías – que aclaran mejor
las actividades prácticas y armonizan las artes estéticas, de modo de que
se solemnicen dignamente los sentimientos más profundos del "Alma” o la
psique humana, en su culto colectivo al Gran Ser; es decir, la Familia, la
Patria y la Humanidad.
Así, cuando en su conjunto, se ejercen la Lógica
o la Ciencia del Espacio = Matemáticas y la Física (Naturaleza)
o la Ciencia de la Tierra = Astronomía, Física propiamente dicha y la
Química; ambas contribuyen a ese culto que la Ciencia de la Humanidad
consagra, en fin, a nuestros mayores. La Moral o Ciencia de la
Construcción rige, al mismo tiempo, las aplicaciones de las otras dos, por
lo cual también surge como arte, debido a su excelencia, la que se conoció
con el nombre de Psicología Científica o Ciencia de la Construcción.
Estamos abordando aquí la Moral Teórica Positiva, formada por siete
teoremas, cuyas bases están fundadas en las observaciones del
comportamiento humano, en una serie histórica.
De hecho, la Moral Científica o Ciencia de la
Construcción, prácticamente tiene como objetivo unificar los tres
elementos del "Alma" individual, con la intención de presidir en el mismo
Templo el culto colectivo que, por intermedio de la familia, puede en
todas las patrias consagrar los pensamientos y actos de sus hijos
meritorios y útiles a favor de la humanidad.
De esta manera, al subordinarse el egoísmo al
Altruismo, el análisis a la Síntesis y el progreso al Orden, resumiendo
los tres enunciados: moral, teórico y práctico que generalmente expresan
esta UNIDAD (Doctrina), se constata inmediatamente que en ella se
incluye como corolario, es decir que de ella se deduce y se demuestra el
problema de la EDUCACIÓN.
La EDUCACIÓN es indispensable para cada uno de
nosotros, y, al mismo tiempo, es una solución moral que se destaca con
respecto a las otras dos soluciones y de hecho, se encuentra por encima de
ellas; nos referimos a la intelectual y la práctica; e impone a todos
nosotros la tres siguientes condiciones generales para los planes de
Educación.
Buscar en la Pureza de los Sentimientos,
es decir, en la comprensión de los siete sentimientos egoístas,
el principio regulador de nuestros constantes esfuerzos, no solamente
materiales sino mentales, a fin de convertir los actos humanos en
resultados más altruistas y, por consiguiente, continuos y solidarios;
subordinar la personalidad a la sociabilidad.
Jamás deberían tomarse otras bases para ello, a menos
que usemos nuestros relativos conocimientos sobre el orden universal;
3) En todas las circunstancias debemos aceptar
resignadamente como inmutable y fatal lo que esta Orden nos impone,
aprovechando, empero, todo aquello que ofrece como favorable la
intervención de nuestra actividad. Dogma Positivo - Las 15 Leyes
Universales comunes a las 7 ciencias básicas con sus respectivas Leyes
Naturales y sus correspondientes tecnologías. Vamos a nivelar hacia
arriba.
De esta manera, podemos llegar de forma anticipada a una conclusión: el
problema es doctrinario, es decir, religioso (científico, teológico y
fetichista) cuando se piensa en resolver por este modo científico la
cuestión de la enseñanza educativa (no se trata solamente de enseñanza
instructiva sino de algo mucho más amplio); proyectar un plan de educación
y sugerir las religiones y las escuelas de forma que sigan ciertas normas
en lo que se refiere a la educación de los sentimientos - la Moral.