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APORTES RELACIONADOS CON LA INVITACIÓN PÚBLICA
Peligro por fatiga en el proceso de cumbres.
El multilateralismo tradicional está en crisis. Ha sido reemplazado por la diplomacia de cumbres, que en estos momentos evidencia un exceso de propuestas, que puede desgastar el mecanismo y restarle efectividad.
Una evaluación de los acuerdos de las Cumbres Iberoamericanas, del Grupo de Río, de las Américas y del APEC, muestra que se adoptaron, desde 1990 a la fecha, 1.197 iniciativas o acuerdos en distintas áreas. Lo anterior evidencia una sobredosis de acuerdos. El exceso de iniciativas dificulta la comprensión por parte de la ciudadanía de los alcances de los procesos de integración.
Consistente con las nuevas tendencias mundiales la economía es lo que centra la atención. Por ello, los acuerdos correspondientes a la integración económica ocupan el lugar más importante, un 22,4% del total. Los temas referidos al desarrollo social se ubican en segundo lugar de importancia con un 17,1% de las iniciativas.
De las 1.197 iniciativas, las Cumbres Iberoamericanas son las que congregan el mayor número, con 471 iniciativas, lo que equivale a un 39,5%. Por el contrario, las Cumbres del APEC son las que a nivel de Jefes de Estado concentran el menor porcentaje de iniciativas o acuerdos establecidos en declaraciones formales, con sólo un 7% del total, lo que corresponde a 84 iniciativas.
1 Democracia: participación ciudadana; educación para
la democracia; democracia en general; elecciones; partidos políticos. Frente a esta escenario de exceso de iniciativas, proponemos
y recomendamos:
1. Generar una mayor focalización en los acuerdos de las
cumbres. Reducir el número de compromisos para alcanzar mayores grados de
eficiencia en el cumplimiento de estos. La diplomacia de cumbres contribuye de
manera sustantiva en la generación de diagnósticos compartidos y en la
posibilidad de priorizar áreas de acción concertada. La ampliación de
iniciativas hace perder fuerza al proceso.
2. Establecer mecanismos de seguimiento efectivos. Un
monitoreo eficiente posibilitará mejores formas de cooperación. También
permitirá un mayor acceso y oportunidad a los diferentes actores de la sociedad
civil para participar en las definiciones que se adoptan en las Cumbres. Ello
permitirá un mayor soporte social y una mejor comprensión de las respectivas
sociedades.
3. Coordinar las iniciativas y los calendarios de las
distintas cumbres que involucran a los países latinoamericanos. Las cumbres
sobrecargan la agenda presidencial y generan demandas incrementales de
negociación. Se requiere una coordinación entre los diversos procesos de
cumbres. Lo anterior posibilitará calendarizar y focalizar evitando un desgaste
del proceso y la pérdida de legitimidad política y social.
4. Promover el estudio y sistematización de los acuerdos.
La OEA a través de la oficina de seguimiento de cumbres, incentivará la
coordinación de investigaciones y acciones tendientes a un mejor
conocimiento del proceso diplomacia de cumbres con instituciones académicas
regionales y nacionales.
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