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Público
FTAA.soc/w/125/Add.1
24 de octubre de 2000

Original: Inglés
Traducción: Secretaría ALCA

ALCA - COMITE DE REPRESENTANTES GUBERNAMENTALES SOBRE LA PARTICIPACION DE
LA SOCIEDAD CIVIL

CONTRIBUCION RELACIONADA CON LA INVITACION PUBLICA
 


Nombre (s) Steven Backman
Organización (es)
(de ser el caso)
International Union, United Automobile Aerospace and Agricultural Implement Workers of America (UAW) (Sindicato Internacional de la Industria Automotriz,
la Industria Aeroespacial y la Industria de Implementos Agrícolas de Estados Unidos)
País (es) / Región (es)  


 

Declaración del
Sindicato Internacional de la Industria Automotriz,
la Industria Aeroespacial y la Industria de Implementos
Agrícolas de Estados Unidos (UAW)
al
Comité de Representantes Gubernamentales
sobre la Participación de la Sociedad Civil
Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA)

Septiembre 2000

Resumen Ejecutivo

La UAW representa a 1.3 millones de trabajadores, tanto activos como retirados, de las industrias automotriz, aeroespacial, de implementos agrícolas y varias otras en Estados Unidos. Nuestras oficinas centrales se ubican en 8000 East Jefferson, Detroit, Michigan, EUA 48214. Tenemos una oficina en 1757 N Street, NW, Washington, D.C. 20036, que alberga el Departamento de Asuntos Gubernamentales e Internacionales de la UAW.

En nuestro aporte de marzo de 1999 cuestionamos la eficacia del Comité como vehículo para incorporar los puntos de vista de la sociedad civil en los grupos de negociación del ALCA y en el acuerdo final. Las experiencias de los últimos 18 meses no han hecho sino reforzar nuestra inquietud inicial. Los temas que tratamos en nuestro aporte no se introdujeron a los grupos de negociación correspondientes, no influyeron en la redacción de los textos de estos grupos y la cuestión crucial de los derechos de los trabajadores y las normas laborales sigue estando fuera de la estructura y los objetivos de todos los grupos de negociación.

En nuestro aporte anterior comentamos ampliamente la relación entre alcanzar los objetivos de la Declaración de San José e incorporar los derechos de los trabajadores y los derechos laborales en el proceso de negociación, tanto en un grupo de negociación independiente como incluyendo disposiciones sobre derechos de los trabajadores en cada uno de los grupos de negociación existentes.

La falta de acción en torno a este tema crucial por parte de los gobiernos del ALCA y de los grupos de negociación, así como la falta de influencia del Comité en este sentido han socavado ya seriamente la legitimidad de las negociaciones del ALCA. Ahora que los grupos de negociación han terminado de delinear sus tareas y se espera que pronto tengan un borrador de texto, ha quedado claro que los puntos de vista de los trabajadores se ignoraron. Los gobiernos de la región han adoptado los objetivos de las corporaciones, especialmente las corporaciones multinacionales, como base para su modelo de integración económica. Esta realidad podría conducir a serios problemas económicos para los trabajadores del hemisferio y al debilitamiento de los debates democráticos en torno a políticas sociales y económicas importantes. Este enfoque les resta autoridad a los objetivos de la Declaración de San José.

El proceso de negociación del ALCA no ha exhibido un nivel aceptable de transparencia. La información que ponen a disposición de los ciudadanos interesados los gobiernos y la Secretaría simplemente no es adecuada para evaluar de manera informada el impacto que tendrían sobre los trabajadores de la región las propuestas de los gobiernos. Ahora que el texto de muchos de los grupos de negociación está por terminarse, es imprescindible que esta información se ponga a disposición de quienes se verán afectados por la aplicación de esos textos, así como de aquellos que se preocupan por su impacto en los ciudadanos de la región. Abrir el proceso de negociación del ALCA a un escrutinio real de la sociedad civil exige que se haga pública mucha más información que la disponible actualmente.

La falta de atención de los negociadores a las cuestiones relativas a los derechos de los trabajadores es comparable a su falta de incorporación de normas ambientales. Están en juego los niveles y condiciones de vida de los ciudadanos de la región, y la falta de acción equivale al incumplimiento de la Declaración de San José.

El año pasado propusimos que el Grupo de Negociación sobre Inversiones reconociera la importancia de alcanzar un equilibrio adecuado entre los derechos de los gobiernos de regular sus economías y los derechos de las corporaciones. Parece que solamente se están tomando en consideración en este grupo los intereses de las corporaciones. La sociedad civil, a través del proceso democrático electoral debe determinar el papel adecuado del gobierno para asegurar mejores niveles de vida y un desarrollo económico equitativo. El uso de este proceso democrático no debe verse debilitado o excluido por reglas del ALCA relativas a expropiación, solución de controversias, privatización, desregulación, reestructuración económica y otras políticas económicas y sociales.

De igual importancia es reconocer las responsabilidades de los inversionistas hacia los ciudadanos y las comunidades donde invierten. Cualquier regla de inversión debe incluir el respeto obligatorio de los derechos de los trabajadores que se establecen en la Declaración sobre Principios y Derechos Fundamentales en el Trabajo de la Organización Internacional del Trabajo. Este es un requisito esencial para cumplir la promesa de la Declaración de San José de elevar el nivel de vida de los trabajadores en la región. Los negociadores del grupo de Inversiones tampoco han considerado la adopción de responsabilidades adicionales de los inversionistas que podrían ser esenciales para el desarrollo económico y la igualdad social. Los negociadores deben tratar estos temas.

Seguimos insistiendo en que los negociadores de Acceso a Mercados incorporen medidas de salvaguardia que puedan aplicarse rápidamente, de manera que se eviten trastornos repentinos y extensos por el aumento de las importaciones. Estamos en extremo insatisfechos con las disposiciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

La volatilidad de los tipos de cambio y el endeudamiento internacional aplastante son problemas que enfrentan los países de la región y que imponen cargas económicas severas en los trabajadores. Los negociadores deben encontrar mecanismos para enfrentar con éxito estos problemas e incluirlos en cualquier acuerdo de integración económica regional.

Ante la amplia oposición internacional a una globalización dominada por el corporativismo que se ha exhibido en todas las regiones del mundo desde la primera ronda de aportes a este Comité, debería ser razonable esperar que las negociaciones del ALCA hubieran hecho algo por incorporar las críticas manifestadas. Sin embargo, no hay evidencias de que la agenda inicial del proceso del ALCA se haya modificado de ninguna manera significativa por las protestas y la creciente oposición popular a dicha agenda. Si la falta de transparencia en el proceso y la ausencia de cambios fundamentales en la agenda de negociaciones continúan, los objetivos de la Declaración de San José de elevar los niveles de vida y promover la prosperidad no se lograrán. En su lugar, la UAW y los millones de otras personas que ponen los intereses de los trabajadores, de sus familias y de sus comunidades por encima de los intereses de los especuladores financieros y de las corporaciones cuyo meta primordial es obtener el máximo de ganancias y sus ejecutivos, buscarán un mecanismo alternativo para lograr estos objetivos a través de políticas de comercio e inversión adoptadas democráticamente.

 
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