Área de Libre Comercio de las Américas - ALCA |
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Público ALCA - COMITE DE REPRESENTANTES GUBERNAMENTALES SOBRE LA
PARTICIPACION DE CONTRIBUCION RELACIONADA CON LA INVITACION PUBLICA
RESUMEN EJECUTIVO DE LOS COMENTARIOS DE LA FEDERACIÓN DE
SINDICATOS DE
La AFL-CIO continúa sumamente interesada en las negociaciones hemisféricas para concretar el ALCA, ya que las normas que rigen el comercio internacional y las inversiones repercuten sobre los niveles de vida y las personas que trabajan en todo el hemisferio. Como señaló la Declaración Ministerial de San José, "la negociación del ALCA tomará en cuenta la amplia agenda social y económica contenida en la Declaración de Principios y en el Plan de Acción de la Cumbre de las Américas de Miami, con miras a contribuir a elevar los niveles de vida, a mejorar las condiciones laborales de todos los pueblos de las Américas y a proteger mejor el medio ambiente" (las cursivas son nuestras). Esta meta debe constituir el principio rector de las negociaciones del ALCA. La Declaración de San José afirma asimismo lo siguiente: "Las negociaciones serán transparentes", y "Reconocemos y recibimos con agrado los intereses y las inquietudes expresadas por los diferentes sectores de la sociedad en relación con el ALCA". Desafortunadamente, hemos sido testigo de pocos indicios de que el proceso del ALCA ha cumplido con este mandato. No se han creado grupos de negociación para abordar los asuntos críticos en materia de derechos de los trabajadores o la protección ambiental, ni se han tocado estos temas en la mayoría de los grupos de negociación. Este proceso está lejos de la "transparencia" citada, ya que no se ha puesto a la disposición del público en general, de manera coherente, la mayor parte de la documentación sobre las posiciones de los países, ni los borradores presentados. De continuar este curso, las negociaciones culminarán en un acuerdo que socava los derechos de los trabajadores y el medio ambiente, exacerba la desigualdad hemisférica, limita la capacidad de los gobiernos a reglamentar para proteger los intereses en el ámbito de la salud pública y el medio ambiente; igualmente, sería un acuerdo que enfrentaría un vehemente rechazo por parte del público en muchos países. La AFL-CIO desea reiterar y ampliar la posición esbozada en nuestro aporte anterior. Creemos que el ALCA debe incorporar lo siguiente:
Asimismo, las negociaciones en curso del ALCA sobre inversiones, servicios, compras del sector público y propiedad intelectual, no deben debilitar la capacidad de los gobiernos de promulgar y velar por el cumplimiento de normas legítimas que beneficien el interés público, a saber:
Entre los derechos laborales fundamentales internacionalmente reconocidos se incluyen la libertad de asociación, el derecho a organizarse y a negociar en forma colectiva, la edad mínima para el trabajo infantil, y las prohibiciones en materia del trabajo forzado y la discriminación en el trabajo. El cumplimiento de estos derechos laborales fundamentales, así como el hacer cumplir las leyes laborales de cada país, deben constituir una condición para el ingreso al ALCA; asimismo, deben crearse mecanismos para asegurar que los países respetan cabalmente estos derechos, que acatan los principios laborales fundamentales, y velan por la aplicación eficaz de sus respectivas legislaciones laborales. Deben resolverse los casos de incumplimiento, al igual de lo que ocurre si se viola una de las disposiciones consignada en el acuerdo. EL ALCA no debe limitarse a repetir las políticas comerciales fallidas del pasado; por el contrario, debe incorporar lo que hemos aprendido sobre los problemas y las debilidades del sistema actual. En nuestra opinión, el éxito o fracaso del ALCA descansa sobre la disposición y capacidad de los gobiernos para redactar un acuerdo de integración económica que resuelva plenamente tanto los aspectos sociales inherentes al comercio y las inversiones, como los elementos comerciales. Nos complacerá participar en un diálogo futuro productivo y constructivo.
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